Siendo la musicoterapia
una disciplina científica, es necesario que el musicoterapeuta
mantenga un registro objetivo y sistemático de su actividad. La
manera tradicional de registrar las sesiones mediante una descripción
verbal de la sesión tiene la desventaja de que puede perder
objetividad al poder producirse sesgos debido al filtro que realiza
el musicoterapeuta, es decir qué considera relevante incluir en
dicho registro.
Un artículo publicado en
The Arts in Psychotherapy por Avi Gilboa nos presenta un
método más objetivo para realizar el registro de la sesiones.
MAP (abreviatura de Music
Therapy Analyzing Partitura) es un método basado en la traducción
del complejo material que se produce en una sesión de musicoterapia
en un formato visual utilizando un código gráfico. Con este código,
los musicoterapeutas pueden describir sus sesiones y pueden de forma
subsecuente comunicar la información a otros profesionales y/o
analizar su contenido. La principal ventaja del método MAP sobre
otros métodos para analizar material musical en una terapia es que
este permite al musicoterapeuta referirse no solo a un fragmento de
la sesión (por ejemplo una improvisación específica), sino
referirse a una sesión como un total, incluyendo material verbal,
material musical y otro material indefinido como gritos, risa y
silencio que se produce en las sesiones de musicoterapia.
Además, la MAP no se
limita a una sola sesión, sino que se recomienda su utilización en
una secuencia de sesiones y preferiblemente durante todas las
sesiones que se hagan con un cliente específico. De esta forma, el
musicoterapeuta adquiere una visión global de las sesiones y puede
discernir el proceso terapéutico que ha tenido lugar.
La MAP se basa en un
código estándar de símbolos e iconos que se utilizan para
representar los eventos de una sesión. Emplea elementos de la
notación musical occidental, como el pentagrama y otros elementos de
la cartografía como como el uso de iconos sencillos y auto
explicativos y de leyendas. El código de la MAP incluye la mayor
parte de las acciones que pueden aparecer en una sesión de
musicoterapia como cantar, la conversación, tocar diferentes
instrumentos, escuchar música, gritar o reír.
Para utilizar la MAP, el
musicoterapeuta necesita una representación de la sesión de
cualquier tipo. La base ideal para la transcripción de la sesión a
la MAP es un vídeo de la sesión de musicoterapia. De esta forma, es
posible saber exactamente qué participante fue responsable de cada
intervención, sea verbal o musical. Una grabación sonora sería
también aceptable. En una sesión individual, una grabación sonora
es suficiente para distinguir entre las intervenciones del cliente y
del musicoterapeuta. En una sesión grupal se podría distinguir qué
miembro del grupo hace cada intervención si se presta atención,
aunque evidentemente sería más complicado. No se recomienda extraer
la información de memoria ya que puede haber sesgos debido a la
memoria selectiva. Sin embrago, se ha sugerido que el uso de la MAP
puede mejorar el recuerdo de la sesión por parte del terapeuta.