El masaje sonoro con cuencos tibetanos
puede aportar durante el embarazo relajación y bienestar tanto para
la madre como para el bebé que está por nacer. Sin embargo, no se
deben aplicar los cuencos tibetanos sobre el vientre de la mujer
embarazada ya que el bebé se encuentra inmerso en un medio líquido.
Las vibraciones producidas por el cuenco se transmitirían al líquido
amniótico a una velocidad mayor que a través del aire. Por ello, es
más seguro situar los cuencos a distancia del cuerpo de la madre y
tocarlos con suavidad.